domingo, 3 de abril de 2011

Hasta Mañana


- ¿Jugamos a un juego? - preguntaste tras apagar la televisión. Habías estado cambiando de canal varias veces, pero al final no encontraste nada que captara tu atención.
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-¿Qué clase de juego? - respondí Yo con otra pregunta.

-¿Tan poco te fias de mí? - volviste a preguntar Tú, sonriendo.


-Está bien...-desistí - juguemos.


- Es fácil, tienes que decirme cinco cosas que nunca olvidarás de mí.


-¿Cinco? - exclamé.


- ¿Qué pasa, te resultan pocas? - dijiste mientras te dirigias hacia la cocina.


-¿Pocas? - volví a exclamar - sería hacerme pensar demasiado...


- Venga, no me jodas, seguro que hay al menos cinco cosas que te gusten de mí - suspiraste mientras volvias de la cocina con una botella de agua freca en las manos.


- Está bien...veamos. - dije arrebatándote la botella y dando un trago - déjame tres minutos para pensarlo...


- Pensé que después de dos años juntos tendrías las cosas más claras, guapita. - finjiste una mueca de enfado.


Reí


- Allá voy...¿preparado?


- Siempre.


Volví a reir.


- Veamos- suspiré mientras hacia como que me costaba un tremendo esfuerzo pensar en algo que decir - me gusta cuando compras gominolas de colores, los paquetes esos que vienen solo las de naranja y las de fresa, y tú te comes todas las de fresa porque no te gustan las otras y yo hago al contrario porque odio las fresas...eso muestra nuestra gran habilidad para complementarnos - ambos reimos cómplices - me gustas cuando me hablas en inglés y no entiendo ni la mitad de lo que dices pero aún así te sigo el juego. Me gusta tu forma de escribir mi nombre, al lado de una carita sonriente, en los post-it que pones en la nevera cuando has tenido que irte a algún sitio y me has dejado la comida preparada. Me gusta cuando me acaricias la espalda, subiendo por la columna vertebral hasta el omóplato, y después hasta el cuello para terminar con un beso en los labios. Pero lo que más me gusta de tí, es a la hora de dormir, cuando te acuestas a mi lado y antes de apagar la luz me susurras un "hasta mañana". ¿Sabes por qué?


- ¿Por qué?


- Porque eso significa que estarás ahí cuando despierte para decirme "buenos días" y hacer que se ilumine el mundo - sonreí - ¿me ha quedado muy cursi? - pregunté dando otro trago a la botella de agua.


- Lo suficiente...


- Lo suficiente ¿para qué? - dije acomodándome entre tus brazos.


- Lo suficiente como para que te diga que te quiero, un poquito más cada día.

  "Por los besos que aún nos quedan en la boca, por los miles de homenajes que nos dimos, por nadar y no guardar nunca la ropa, por los dedos juguetones del destino... Porque somos lo que somos, porque fuimos lo que fuimos..."

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